La adrenalina que implica subirse a una moto y acelerar, los define y apasiona. Sebastián (39) y Mateo Bongiovanni (14) son padre e hijo. Nuevos en las pistas pero con basta experiencia en el enduro, el próximo miércoles viajarán a Brasil para participar del Superbike de ese país, el cuarto en importancia en todo el mundo, después del Moto GP, el Superbike Mundial y el Superbike de Inglaterra.
La gran aventura que decidieron encarar juntos comenzó hace unos dos años, cuando Sebastián compró su primera moto grande. «Siempre quise probarla en pista. Me enteré que había un Trake Day en Mendoza y decidí ir. Viajé a Chile y compré todas las cosas que necesitaba. participé y me encantó, fue fantástico. En otra oportunidad, Facundo Mora le prestó la moto a mi hijo, se subió, pegó dos aceleradas y quedó enloquecido, nos encantó», contó.
Luego les picó el bichito de la competencia y ahora sueñan con todo. «Fuimos consiguiendo motos más adecuadas, practicamos con la intencion de ser profesionales. La idea es poder reacondicionarnos y estar fisicamente aptos».
Hace una año que compiten, pero tuvieron que dejar todo debido a la pandemia. Luego abrió el autódromo de El Villicum y ambos volvieron al ruedo. Y ahora surgió la posibilidad de medirse a lo grande. «La idea es ir a probar suerte, medirnos con competidores de elite para saber en qué tenemos que mejorar para que el año que viene le podamos meter con todo«, dijo Sebastián que probará suerte en la categoría Scola amateour 1000 cc, mientras que Mateo lo hará en la Honda Junior Cup.
«La intención principal es sentir la tensión de una carrera importante y aprender a manejar las diversas situaciones, luego probar hasta dónde llegamos», concluyó.